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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mi verde.

Hacía frío, muchísimo. Pero él me había dejado su chaqueta, con su calor, con su aroma. Olía genial.

La calle estaba solitaria, apenas aparecían peatones y de cuando en cuando un ciclista. Íbamos a un parque cerca del instituto. Me encanta ese parque. En cualquier época el suelo está muy verde. Verde.

Le miré con disimulo. Estaba mirando ciegamente a nuestro destino, concentrado. Me pregunté en que pensaba. Caí en la cuenta de que había puesto música, de esa que nos gusta a los dos, una lenta, reflexiva.

Nos sentamos en el banco. No tardó mucho en volver a preguntarme.

Él: Quién es Verde?

Llego la hora. Me sentía preparada. Aún así no le conteste.

Yo: Tenemos ya nuestra canción. Bueno no se sí Verde la aprueba o no, seguro que si. La tengo aquí. Ya verás que en cuanto la escuches sabrás quien es.

Quite "One and Only" de Adele y puse la canción. Él cerro los ojos para sentir mejor la música.

Play.

En cuanto sonaron las primeras notas de piano de "Rivers Flows In You" su cara cambió completamente:

Primero estupor, abriendo mucho los ojos, levantando la cabeza y girándolas para mirarme.
Después vino la pregunta. No me lo preguntó directamente, pero sus ojos hablaban por él.

Yo: Real. Verde eres tú. En estos nueve meses no he parado de pensar en tí. He tratado de olvidarte varias veces pero no puedo. Eres demasiado para mi. Eres mi mundo, la razón por la que existo. Por favor no te enfades.

No salía de su asombro.

Él: No sé que decir...
Yo: No hace falta que digas nada.

Tardó un rato en recuperarse.

Él: Vi, no me lo puedo creer. Yo? Es increíble. Acabas de decir todo lo que yo siento por ti. Estos nueve meses he sido un imbécil por no estar a tu lado. Yo...

Se quedó sin palabras. Pasado un rato de silencio decidí acercar mis labios a su oído.

Yo: Me amas, Real o no?

Él volvió el rostro, lo cogió delicadamente entre sus manos, una de ellas la bajó a mi cadera, arrastrándome más hacia él. Sosteníamos la mirada, una mirada dulce, tierna, enamorada. Su rostro fue acercándose más y más al mío. Podía sentir su respiración, sus latidos del corazón, que cada vez eran más acelerados (O era el mío?) y su aliento sobre mis labios, los cuales entreabrí, imitándole. Una sería de escalofríos recorrieron mi cuerpo. Sus labios se posaron sobre los míos con una dulce caricia. Una caricia que no cesó, y cada vez era más intensa y violenta. Tenía la mente en blanco. Sólo estaba él y yo. Se separó un momento para besar mi cuello, seguido con un beso en la barbilla, finalizando en mis labios.

No se cuanto tiempo estuvimos así, solo recuerdo que cuando recupere la conciencia, él se encontraba encima mío, en el banco, besándome apasionadamente, jugando con mi lengua.

Nos separamos para recuperar el aliento. Estábamos exhaustos. Me rodeó con su brazo y apoyé la cabeza en su hombro. Ambos contemplamos la puesta de Sol.
Me susurró despacio al oído:

Él: Real. Te amo. Ojalá pudiera parar el tiempo y vivir en este momento toda mi vida.

Me estremecí entera en sus brazos, protectores. Era mío. Sólo mío. Y yo era suya. Sólo para él.

Le miré a los ojos azules, donde me volví a perder. Iniciamos un nuevo beso. Nos separó el sonido de un timbre. Que era eso?

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Mandie: Baja de la nube dormilona.

Me había dormido en clase! Otra vez -.-' pero me daba igual, había tenido el mejor sueño de toda mi existencia.

Suspiré. Se harían mis sueños realidad?



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